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sábado, 8 de enero de 2011

Las Caricias Y Su Lenguaje.

El ser humano tiene la capacidad de expresarse oralmente y es por eso que muchas veces olvidamos la importancia de los gestos y el contacto físico.


    En una relación de pareja es de vital importancia comunicar nuestros sentimientos lo mejor posible, para que no hayan confusiones. Pero, generalmente creemos que con alabar la apariencia física de la pareja o decirle cuánto lo queremos estamos siendo claros y pensamos que con eso es suficiente. 


    Nada más lejano de la verdad. Tanto el hombre como la mujer tenemos necesidades físicas (a parte de la meramente sexual) que hace falta satisfacer para sentirnos bien con nosotros mismo y con nuestra pareja. De esta manera, el contacto físico es fundamental, más que un complemento de nuestra expresión oral.


    A veces causa más impacto una caricia bien dada en el momento preciso o un reconfortante abrazo que unas palabras de consuelo o  de amor. 


    Sin embargo, las caricias como todo también pueden ser mal interpretadas y mandar de esa forma, un mensaje equivocado, por lo que hay que tener cuidado con las caricias que hacemos, cuándo las hacemos y cómo las hacemos.


    Si estás iniciando una relación, y de alguna manera quieres hacerle saber a tu compañero que te gusta y que quisieras algo más íntimo con él, la caricia ideal es en el brazo, por la zona del codo o en los hombros. Estas partes son las más neutrales que ofrece el cuerpo humano, por lo que no será atrevido ni sexualmente acosador, pero sí indicará que estás dispuesta para ir un poco más allá.


    Cualquier caricia en el rostro no es recomendable a menos que la relación esté establecida hace bastante tiempo, pues aunque es un gesto muy tierno tiene la terrible desventaja de resultar invasor y demasiado maternal. Cuando se busca generar un vínculo es mejor no asustar al elegido con mensajes excesivamente comprometedores.


    La rodilla resulta un lugar que permite diferentes acercamientos. Si solamente das una palmadita en ella, el resultado es un contacto muy dulce y sugestivo sin ser violento. Si dejas tu mano encima de la rodilla, él lo considerará como una muestra sexual y agresiva, ten cuidado porque esto en ciertos momentos puede resultar contraproducente. Cuando llegues a este momento debes estar segura de que la relación ya se encuentra en ese plano y que la confianza es suficiente. Por otro lado, si acercas tu rodilla a la de él y la dejas ahí, estarás diciendo que deseas pasar al nivel íntimo, asegúrate de que ese sea tu verdadero estado. 


    Las palmadas traseras, sean en la espalda o más abajo resultan muy posesivas, pues indiscutiblemente reflejan un fuerte vínculo íntimo y una confianza que solo es muestra de una relación ya avanzada, donde se comparte todo. Si estás empezando con él, es mejor que lo evites, pero si es tu compañero entonces este gesto resultará muy apropiado ya que demuestra que te sientes cómoda con él y disfrutas del fuerte lazo que los une.


    En fin, en realidad la expresión corporal depende mucho del momento y de la circunstancia y aunque aquí te damos claves para que te guíes y des el mensaje correcto, lo más importante es que cualquier movimiento que hagas sea totalmente natural y espontáneo, porque sino pierde sentido, pues se evidenciará falta de seguridad o incluso de sinceridad. Ante todo, sé tú misma y haz lo que sientas.

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