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martes, 7 de diciembre de 2010

Sugerencias Prácticas Para Olvidar A La Persona Que Te Está Haciendo Sufrir

Dedicatoria

Ofrendo esta obra a todas aquellas personas que como yo, creen que hay algo más allá de las demarcaciones del Amor. A esos que, a pesar de los sinsabores que han padecido por la inapelada ruptura amorosa, creen que sí se puede ser feliz con alguien más. A esa raza extrañísima de este planeta que tiene el coraje de no resucitar las osamentas de un malogrado amor, porque saben que eso, es perder un hermoso e irreversible tiempo de la vida.

Se la dedico con mucha deferencia a esa especie en peligro de extinción que, sin mirar atrás, saben restaurar el ánimo de su corazón para darse otra oportunidad con otro amor. A esos que saben exorcizar de su mente los demonios de un ingrato amor. A los que no permiten que nadie irrumpa en su alma con el vil propósito de jugar con sus sentimientos. A los que pierden la fe en el supuesto cariño del o la ex, pero que siguen creyendo en el Amor. A los que no dejan oxidar sus flechas de amor en el carcaj del desaliento por causa de los desengaños. A los que saben sobreponerse al cataclismo de la herida de una desilusión. A los que aceptan que al final de cualquier túnel oscuro existe una luz. A los que no se resignan con migajas de afectos. A los que se prohíben darse por vencidos.

¡A ellos va dedicada esta obra!

Preámbulo

No pierdas tu tiempo leyendo estas sugerencias si no las vas a aplicar a tu vida con determinación absoluta para lograr olvidar a quien no supo corresponderte sentimentalmente. No obstante, si en verdad quieres deshacerte del fantasma de tu fracasado amor, entonces comienza a leer estas pinceladas a modo de proposiciones, las que comparto contigo con enorme empatía. Descubre cómo olvidar a quien ya no tiene sentido de que siga gravitando en tu mente. Georges Bernanos dijo una vez: El verdadero odio es el desinterés, y el asesinato perfecto es el olvido. Algún día seremos viejos y tendremos arrugas como es natural. Nadie puede evitar las arrugas de la piel, pero las del alma sí que podemos hacerlo. He aquí el propósito previsor de estos consejos: impedir que nuestro interior envejezca hasta convertirnos en bazofias humanas o algo peor
Te aclaro que algunos cambios pueden hacerse de un sopetón, empero otros deberás lograrlos de manera gradual, no obstante, todos en conclusión son factibles. Nada es imposible en la vida, excepto escapársele a la muerte terrenal.
De cierto te digo que si en medio de la lectura de estos consejos tomas tu teléfono para comunicarte con tu ex o contestarle algún mensaje, abandona la lectura y sigue trillando el caminejo a tu muy potencial fracaso. Es un asunto de causa y efecto. Si arrojas una piedra hacia arriba es muy probable que te caiga en la cabeza. Estos consejos van dirigidos a aquellas personas que, como el adicto al cigarrillo, se somete resueltamente a los rigores de algunas sesiones de terapias de grupo para intentar abandonar el vicio; antes de que la muerte le cobre la necedad con su propia vida.
Enfatizo con sinceridad que olvidar a alguien no es, bajo ninguna circunstancia, experimentar el milagro de un ataque total de amnesia en torno a la persona en cuestión. Es difícil borrar del registro de tu memoria el físico y el nombre de alguien, incluyendo los momentos convividos con esa persona con quien tú habías mantenido una relación afectiva más o menos profunda. Esclarezco que el propósito principal de estas sugerencias es la de acelerar el proceso de conjurar de tu mente y corazón a los malos espíritus de tu ex. Empieza pues a darte las oportunidades que sean necesarias para impregnar tu breve existencia de sentido.
Olvidar es, en cierta medida, recurrir a un proceso sanguinolento de un desdén metódico y una indiferencia fríamente calculada. Olvidar es en un sentido realista anestesiar al corazón para que no te fuerce a pensar más en alguien que en conclusión, no aporta felicidad a tu vida, sino que suma miseria a ella sin contemplación.

Es sabido que el tiempo y la distancia son causas fomentadoras de olvido. Es verdad hasta cierto punto, porque debes fortalecerlas con tu determinación total de extirpar de tu mente y corazón cualquier rastrojo de tu ex. De este modo lograrás increíbles efectos en tu propósito.

Medita este dato : según los entendidos en materia de Aprendizaje, el ser humano retiene un 10% de lo que lee (cartas, tarjetas de tu ex), un 20% de lo que escucha (música nostálgica, su timbre de voz), 30 % de lo que ve (fotos de tu ex, peluches que te regaló), un 50% de lo que escucha y ve (combinación de las dos anteriores), un 70 % de lo que dice (mencionar a cada momento a tu ex), y un 90% de lo que se dice mientras se ejecuta lo dicho ( no puedo olvidar lo(a), llamadas telefónicas, entregarte de nuevo en sus garfios, ver fotos, suspirar, lamentarse de la ruptura, mencionarlo(a) en cada conversación) Sabiendo esto, ¿ a qué conclusiones llegas? Medítalo.

Mientras tanto, te pregunto francamente, ¿Con qué oculto propósito tú te sacrificas entregando tu corazón a tu ex si en el fondo tú sabes que no te ama en verdad, que ya no está en ti? ¿Te interesa aún su sexo? ¿Le estás dando mente a que si ya no está con tu ex, tu economía se verá afectada? ¿Piensas que sin tu ex a tu lado, la vida no tiene sentido? ¿Es tu caso masoquismo? ¿Complejo de pájaro enjaulado? ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Miedo al cambio? ¿Falta de agallas para enfrentar tu realidad? ¡La verdad es que no lo sé! Lo que sí sé es que, tú estás libre de culpa por el hecho de que tu ex no te haya correspondido como tú mereces, pero si vuelves con tu ex otra vez y te vuelve a dar la espalda, entonces eres innegablemente culpable de tu desgracia y algo más

Como dicen por ahí: Ayúdate que Dios te ayudará. Sé fuerte para resistir la tentación de caer en el gancho de nuevo y lucha contra viento y marea. Como ser humano tienes el derecho de desfallecer y flaquear por momentos, ¿Por qué no? Pero que estas debilidades no se conviertan en un hábito en ti hasta causarte más problemas. ¡Lucha insistentemente como el junco que se resiste a quebrarse azotado por algún ventarrón artero! La batalla será cruenta, pero con tu tenacidad y constancia y la fe en ti mismo (a), sé que ganarás exitosamente. El dramaturgo inglés, William Shakespeare, en voz de uno de sus personajes llamado Hamlet dijo en cierta ocasión: Ser o no ser, esa es la cuestión. Tú decides lo que ser en el mundo.
Considera esto: la vida es muy corta para pasártele de sicoterapeuta de los demás. En este planeta, hay un sinnúmero de individuos que padecen de trastornos sicológicos: neurosis, ciclotimia, esquizofrenia, complejo de inferioridad, megalomanía, delirio de persecución, fobias, manías. Y yo me pregunto:


¿Qué harás tú con las depresiones de los demás? ¿Qué vas a hacer con sus situaciones no resueltas de la infancia? ¿Qué pretendes hacer con toda su sarta de sico-patologías? ¿Arrastrarás con toda esa cordillera de engorrosos complejos de tu ex?
¿A caso no te es suficiente con lidiar con tus propias fobias para tratar las de tu ex? ¿Eres acaso algún sicoterapeuta? Y si lo eres, ¿Qué? ¿Te dedicarás a impartir sesiones sicoterapéuticas la vida entera? ¡Absurdo! Si te dedicas a esa compleja tarea, sin duda alguna, con el tiempo, serás tú quien fuere a necesitar ayuda sicoterapéutica. Sin irte a los extremos (siempre dañinos) sé un tanto egocéntrico en algunos casos. Ejemplo, si un día caes en un hoyo con 3 compañeros de viaje, no intentes salir de él con ellos en el hombro, porque el peso no te lo permitirá. Primero trata de salir tú, para que luego puedas ayudar a los demás. ¡Cuida tu salud mental!
Tú eres el (la) autor (a) de tu propia novela. Es decir que tienes la potestad de escribir lo que se te venga en gana en las páginas del libro de tu vida. En tu trama de amor y pasión entra y sale el personaje que tú decidas dejar actuar en tu escenario.
Tienes el mando de categorizar a los histriones que llegan a tu teatro como te dicte el corazón. A éste le puedes dar el guión del personaje secundario. A aquél otro puedes cederle un papel de cuadro.
Sin desconocer que el personaje principal siempre debe ser y deberá ser tú ¡Que más da, es tu historia! Sólo debes procurar que los personajes no se te rebelen en la obra, si intentan hacerlo, despídelo de tu teatro antes de que tú pases a ser de titiritero a títere.
En este nuevo capítulo de tu historia, tu ex debe ser sencillamente un personaje de relleno en tu obra. No más de ahí. Ese es el precio que él o ella debe pagar por no respetar las reglas de tu juego. En conclusión, olvidar es lograr que el corazón no se conmueva más por aquel o aquella cínico (a) que jugó contigo, haciéndote perder un tiempo hermoso de tu existencia. Es prohibirle a los sentimientos que hablen por ti. Tú debes tomar el control absoluto de lo que llevas por dentro. Olvidar es en definitiva, echarle tierra al pasado para empezar de nuevo, porque tú, criatura creada a imagen y semejanza de Dios, mereces simplemente algo mejor.
De las sugerencias que te doy a continuación, toma lo que te sirva mejor, el resto, arrójalo al zafacón de la basura. Es tu decisión. Pero recuerda que tú eres en el (la) responsable de tú situación actual y de la del futuro. El destino propiamente dicho no te viene prefabricado, tú debes fabricarlo.
¿Estás listo para empezar a olvidar, que es lo mismo que empezar a desinteresarte de tu ex? ¡Si es así, entonces, empecemos ya! ¡Atrévete a ser feliz!

Sugerencias 

  1. Lanza al bote de los desperdicios todo lo que te podría hacerlo (a) recordar: fotos, peluches, cartas, tarjetas, ropas, bisuterías. ¿Para qué conservar lo que te hará recordar a quien ya no aporta nada sano a tu salud mental? Despójate de todo apego materialista para esta noble causa. ¡Total, nada te llevarás cuando te mueras! En el caso de propiedades de mayor valor económico, busca un modo de venderlo todo y renovarlo. Es peliagudo, pero posible. Repito no conserves nada que te haga recordar a tu ex. ¿Cómo? ¡Empezando! Recuerda no pensar en la Pérdida material de lo que lanzarás a vertedero del olvido. Como dicen por ahí: Más se perdió en el ciclón David.
  2. Evita los lugares que solían frecuentar cuando el amor todavía les sonreía. Desvíate de esos lugares. Aléjate de ellos, mientras tu abogado te tramita lo documentos del divorcio si eres casado (a) . Desde el momento que pases por uno de esos lugares en lo que solías compartir momentos agradables con tu ex, desde ese mismo instante te asaltará un suspiro de: Ah, fulano (a), la vida. ¡No caigas en la trampa! O retornarás a algo que ya no le conviene a tu equilibrio mental y sentimental. Que se pierda cualquier cosa, menos tu dignidad. 
  3. Cierra la mínima brecha de comunicación con tu ex: cambia tu número telefónico, tu dirección de e-mail, si te envía una carta, no la abras. ¡Contén la curiosidad y tírala al zafacón! Hay seres especialistas en el arte de la persuasión. En cuanto a los alcahuetes, mándalos al carajo sin miramiento. Estos individuos sí que saben manipular la situación para que caigas en un abismo que ellos mismos evitan caer. El punto es que no exista ningún tipo de enlace entre ambos. Todos sabemos que cuando una relación amorosa se arruina, si hay algún arreglo sentimental en ambos, existe una altísima probabilidad de que, con el correr del tiempo, las cosas cambien, pero de mal a peor. Es sabido que cuando alguien se interesa por componer una relación, promete hasta lo que no tiene. Cambia su actitud de una incomprensiva a una totalmente arrepentida y sumisa, todo por alcanzar su objetivo egoístamente. Las primeras semanas son naturalmente de entendimiento y mimos, pero pasados unos meses, al gatito sumiso le van saliendo las uñitas hasta convertirse en garras mortíferas. Como dice José José: Lo que un día fue no será. El amor no cambia su generosidad, pero la gente sí. Para esto, los seres humanos somos, verdaderos actores. 
  4. Múdate de la comunidad lo más pronto posible o tendrás a todo un barrio preguntándote por tu ex. El asedio será insoportable. El vulgo se entretiene con las desgracias de los demás. Mientras algunas personas aprovechan para acabar a tu ex con todo tipo de chismes, otros empezarán a resaltar las cualidades de tu ex, a tal grado que, poco a poco, tú mismo (a) empezarás a considerar una posible reconciliación con tu ex. La técnica para no caer en esta trampa sería hacer una lista de lo que a ti no te gusta de su persona. De modo tal que recuerdes los malos ratos que viviste a su lado. No dejes que la hiel de aquella mala experiencia se te mezcle con la miel de la ilusión. No le des tregua a tu debilidad humana para volver a lo mismo de siempre perder tiempo- en un mundo que te ofrece millones de oportunidades para alcanzar la felicidad. 
  5. Reanuda los vínculos de tu amistad con tus viejos cuates. Recuerda que antes de tu ex llegar a ti, ya tú vivías. Reúnete con tus amigos de antes, no para usarlos como escudo para evadir tu desventura, sino como lo que son: amigos de verdad, de esos que siempre te dan una palmadita en el hombro, mientras te dicen: No te desanimes, estamos contigo. Disfruta de tu libertad absoluta con ellos sin caer en el libertinaje que daña. Vive intensamente esos momentos que te ofrece la vida con esos cuates de verdad. Alégrate cada mañana de quien eres ahora y de lo que puedes hacer en lo adelante. Es muy seguro de que el Creador esté intercediendo en todo esto para que tú logres alcanzar la felicidad plena con alguien tan especial como tú. No permitas que una sola persona en el universo te convierta en una flébil porquería. Nadie está llamado a ser dueño de nadie. ¡Abajo los sistemas esclavistas y las obsesiones enfermizas! ¡Abajo los celos absurdos! ¡A la mierda con sus falsas promesas!
  6. Prohíbete escuchar música romántica con frases tales como: Te extraño. Te necesito. Te amo. Me haces falta. Sin ti me muero. Reduce esto al mínimo. Escucha en vez, música alegre o de superación personal. O esas canciones con mensajes como el siguiente de Rikarena: Cuando el amor se daña es mejor cambiarlo en vez de repararlo. Todo esto te fortalecerá el espíritu y te alejará de la tramposa melancolía. Húyele a la tristeza como Satanás a la cruz. Hazte el favor de no escuchar nada mustio. Esto será un sacrificio que luego tú mismo lo admirarás y te lo agradecerá para el resto de tu vida. Porque sencillamente te le zafaste a la terrible nostalgia, madre de toda reconciliación infructuosa. 
  7. Cambia tu imagen. Cómprate ropa nueva, perfumes, accesorios. Date un corte de pelo en boga. Claro, a la altura de tu personalidad. Aféitate constantemente. No te eches al abandono como un mendigo errante de cabellos revueltos y harapos mugrientos. Es hora de invertir en el ser más importante de todo el universo: en ti. Pero no hagas esto con el fin de provocar vanamente a tu ex, como para que diga: ¡Diablos, lo que perdí! Hazlo pensando en que tú mereces eso y mucho más. Hazlo porque te hará sentir bien y mejor. Hazlo porque eres lo máximo en este planeta. Hazlo pensando que el puntito más brillante del firmamento eres tú. Esos eres tú: una estrellita que tirita de alegría en el universo por la emancipación recuperada que por un instante te dejaste arrebatar. 
  8.  Mantén tu mente ocupada en algo positivo y productivo: navegar en la Web, leer un libro de superación personal, practicar algún deporte, escribir proyectos, escuchar música clásica, ir a la playa o de compra. Graba en tu mente lo siguiente y repítelo todos los días de tu efímera existencia: El mundo se divide en dos: yo y los demás. Recuerda que nuestros ancestros solían decir: Cabeza vacía, talleres del Diablo. Ya que sabes esto, no permitas que la rutina y las vacuidades de esta vida devoren tu ser, porque esto te hará pensar en la alocada idea de una reconciliación. 
  9.  No caiga en los excesos del alcohol ni del tabaquismo ni mucho menos del melancolismo o peor aún no llegues a intentar con tu propia vida. ¡El suicidio es una cobardía de la más tonta! Es absurda la idea de devastar la vida en vicios nocivos. Y es ... pensar en la idea de quitarse la vida por alguien que en tu mismo velorio le tirará el ojito a otro (a). El amor es importante, muy importante, pero no tan sólo de amor se vive en este planeta. Hay miles de cosas temporales que podemos hacer para sentirnos bien con nosotros mismos. Tú vida debe ser un constante crear. Crear un proyecto, crear un buen libro, crear amistades, crear una relación más sincera con Dios. Crear trabajo productivo. Crear un nuevo tú.
  10. Ve haciendo lugar en tu corazón para un nuevo amor. Pero antes date un poco de tiempo para organizarte en todos los sentidos. No caigas en promiscuidad en tu soltería. No busques a nadie por despecho. No encasilles a todo el mundo de traicionero, ya que todos tenemos niveles de valores humanos diferentes. No andes por ahí con paranoia, pensando que todo lo que se acerca a ti es para engañarte o algo así. 
Sí, date un merecido tiempito para organizar tu alma. Dale unas vacaciones al corazón. Déjalo que se sosiegue un poco. Dicen por ahí que Un clavo saca otro clavo. Pero esta frase popularizada por el vulgo es aplicable a la madera, porque en el ser humano, los sentimientos no son clavos ni maderas. Es cierto que todos somos sustituibles en el puesto y el corazón, pero para que se efectúe el cambio de un modo natural se necesita un tiempo prudente para que cuajen bien las emociones. Mira bien a quién le vas abrir tu corazón otra vez, y procura no convertirte en una Némesis -llena de odio y venganza-. Lo único que lograrás con esa actitud resentida es profundizar más tu vacío existencial, ahuyentar a quien no tiene la culpa de tu pasado y echar a perder la conquista de la felicidad. Cuando llegue el tiempo para otro amor, procura de no fastidiar la relación presente con el fantasma del pasado.
Vive tu presente a plenitud para que no fastidies el frágil futuro. Conjura todo lo que huela a pasado de tu corazón. Vive a plenitud el ahora con tu nuevo amor. Únete a ese nuevo amor sin renunciar a uno de tus tesoros más preciados en la vida: tu libertad. Ama sin encarcelar. Ama sin celos absurdos. Ama en libertad. Porque a pesar de los pesares, el amor no tiene la culpa de que los seres humanos no cumplan con una regla sencilla del amor: amar sin dar la espalda. Ábrele el corazón a tu nuevo amor paulatinamente y déjalo que entre a ti espontáneamente. Y si un día se quiere ir, déjalo que se vaya. Total, el amor es libre como el viento y nada es obligado.

Mas sobre todas las cosas, no vendas tu dignidad por nada en el mundo. La dignidad es lo único verdadero que tenemos en condición de seres privilegiados por voluntad de Dios. Ahora es el momento exacto de darte una segunda oportunidad con alguien que quiera comprometerse contigo a buscar la felicidad compartida. ¡Vamos, tú puedes!
Observación: en cuanto a los hijos -si es que los tiene-, no permitas que tu ex te manipule con ellos. Es un truco viejo ese el de hacerte sentir culpable de la situación de incertidumbre que padecen los hijos por motivo de la separación. ¡Patrañas! Es mejor para los hijos unos progenitores separados, viviendo cada quien por su lado en paz. Que unos progenitores conviviendo bajo el mismo techo sacrificados por los vástagos, pero que no se soportan y viven matándose como perros y gatos.
Esto, a parte de ser una experiencia frustratoria para los hijos es un mal ejemplo para sus futuras relaciones amorosas. Los hijos imitan. La única razón de peso para compartir tu vida con alguien es simplemente el amor. ¡Qué más da! Cuando los hijos estén mayorcitos entenderán la situación y la agradecerán. El resto déjaselo a tu abogado y al juez. En este sentido, ¡Qué viva la incompatibilidad de caracteres!
Te dejo con una poesía y una breve narración de mi autoría que te ayudarán a continuar tu camino a la felicidad. ¡Échale ganas, pues! ¡Y ni un paso atrás ni pa coger impulso!
Exorcisa, en conclusión, el fantasma de tu ex y sigue viviendo en paz contigo y el Universo. 

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